Cómo todos sabéis me soltaron el pasado jueves, más bien después de unos cuantos días de tercer grado pedí que me pasaran a libertad vigilada. ¿Qué me hizo cambiar de idea? compartir el baño. Llamadme rarita pero esto de compartir habitación con alguien que no sea de la familia nunca se me ha dado muy bien, aunque la compañera de habitación sea un amor, como era el caso.
El primer día fuera fue horroroso, tanto calor en la calle!!! es agotador y es que no es lo mismo caminar en los pasillos del hospital que en la calle (no sé si os habéis dado cuenta pero en la calle no hay aire acondicionado). Otro factor horroroso fue tener que diagramar todas las pastillas que tengo que tomar, eso fue un bajón de moral, peor que los abuelos, empiezo a las siete de la mañana y termino a las doce de la noche. Además no me sientan muy bien que digamos así que sigo con las benditas nauseas y alguna que otra vomitona. Por supuesto sigo comiendo como los pajaritos o como las anoréxicas (sigo pensando que he salido del hospital con un poco de Síndrome de Estocolmo y anorexia, sigo sin verme tan horriblemente flaca) y a la que fuerzo un poco el estómago vomito.
Pero no todo son cosas malas, poco a poco voy mejorando y como un poquito más (ayer a las doce de la noche dejé preparados unos chipás y los he horneado hoy a las siete de la mañana y estaban espectaculares).
El lunes tuvimos visita en el Hospital de día y vi a Mercè, la enfermera que me saca sangre ahí y me dió una alegría!!! era como volver un poco a la 'normalidad' y dejar el encierro de dos meses, atrás. Ese encierro que nos ha agotado las baterías tanto a mi marido como a mi y que poco a poco tratamos de recargar. Por suerte podemos seguir atendiéndonos con Granell aunque sea en consultas externas así que cada lunes y cada jueves tenemos cita con él. Tenemos que llevar la lista de pastillas que tomo y en función de las analíticas me suben o me bajan la dosis. El otro día me bajó las dosis porque estaba que no podía más con el dichoso estómago y parece que ha resultado ya que me encuentro mejor y voy comiendo más. Dice que ahora viene la peor parte porque como no estaré tan controlada (sólo dos veces por semana) es normal que me agarre alguna peste y tenga que ingresar de nuevo. La verdad es que espero que se equivoque como se equivocaba durante la inducción y la consolidación diciéndome que haría fiebre y nunca la hice. Pero si algo he aprendido en este encierro del trasplante es que esto no es igual que los primeros ciclos, ahora estoy mucho más delicada, además de cansada.
Ayer estuve hablando con el capo de Elías y su madre, un amor los dos. Estamos preparando una quedada de pelones en Barcelona. Más que en Barcelona va a tener que ser en Sant Feliu de Guíxols, porque si no no sé dónde nos vamos a meter todos. Los dos andamos preocupados por LMA que sigue sin reportar, y es una de las fundamentales para la merendola. El único problema para la merendola es que no se admiten niños (yo no puedo tener contacto con ellos, ya se sabe que nunca se sabe lo que están incubando y yo no tengo defensas ni ná de ná, de hecho tendré que vacunarme de nuevo dentro de unos meses) Así que los pelones y no pelones (Irene) que se quieran ir apuntando que vayan levantando la mano y veremos cómo hacemos. Aunque advierto que esto de hacer planes con esta enfermedad se complica un poco, pero por intentarlo que no quede.
Por cierto, que quede entre nosotros pero he vuelto a tejer un poquitín, pero shhhhhhhhhhh, no se lo digáis a nadie que no puedo...
Ah! y gracias a todos por sus comentarios y valoro mucho a los que más les cuesta como el de Tere, que sé que ha sido complicado. GRACIAS A TODOS, CON SUS COMENTARIOS ME AYUDAN A CARGAR LAS BATERÍAS Y ME HACE FALTA.
Besos con neupogen de una 'neupogen dependiente'