domingo, 17 de julio de 2011

Trasplante


La primera infusión fue rapidín, como una bolsa de plaquetas. Lo único es que había un médico y una enfermera en la habitación y estaba monitorizada durante todo el proceso. Es un poco impresionante pero normal. Me dejaron ponerme música y elegí nacer con ‘La lengua popular’. La doctora se quedó por protocolo durante una hora con nosotros y nos pusimos a jugar a la Wii. Bueno, yo no, mi marido. Seguía estando hecha mierda vomitando a cada rato. He descubierto que se puede ir al baño y  vomitar a la vez... Incluso ir al baño y no darse uno cuenta, como los bebes. Es más he llegado a necesitar que me laven el culo como los bebes. Pero vuelvo a controlar mejor los esfinteres y ya no necesito tanta ayuda. La famosa segunda infusión fue de 33 ml, tres cucharaditas de médula vamos. La multiplicación fue de 520 veces. Para esta ocasión elegimos poner Judas Priest y resulta que al dr. Esquirol y al encargado de los trasplantes dr. Martino les gustó la música!!! Al final va a resultar que los hematólogos son rockeros! La verdad es que nos reimos mucho con esta situación. De hecho a Esquirol le prestamos el vídeo de AC/DC en Argentina, a ver qué opina. Ya os contaré. 

1 comentario:

  1. Qué grande Judas!! acá tu amigo anda cabizbajo porque lo invitaron a verlos y no puede ir porque tiene que estudiar juajuajua!! qué loco todo esto de poder elegir con que música volver a nacer!! genial!!

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